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El proyecto Arroyos de Barranquilla fue seleccionado dentro de las once localidades que formarán parte del estudio sobre 'Ciudades colombianas y cambio climático' que adelanta la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), Fedesarrollo, La Fundación Ciudad Humana (FCH) y el Instituto de Investigación y Debate sobre Gobernanza (IRG).
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El proyecto Arroyos de Barranquilla fue seleccionado dentro de las once localidades que formarán parte del estudio sobre 'Ciudades colombianas y cambio climático' que adelanta la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), Fedesarrollo, La Fundación Ciudad Humana (FCH) y el Instituto de Investigación y Debate sobre Gobernanza (IRG).
Uno de los principales objetivos de este estudio es elaborar un diagnóstico del estado actual de la gestión del cambio climático en once ciudades colombianas (Medellín, Barranquilla, Montería, Cartagena, Cali, Buenaventura, Bogotá, Cúcuta, Pereira, Pasto, Santa Marta).
La capacidad de las instituciones públicas para la mitigación y adaptación al cambio climático será analizada con base en cinco ejes: gobernanza, financiamiento, gestión del riesgo, grupos vulnerables y aprendizajes. El estudio se realiza bajo la responsabilidad de Fedesarrollo y la Fundación Ciudad Humana.
Por Barranquilla fueron seleccionadas dos experiencias: El proyecto "Drenajes sostenibles" de la Universidad del Norte y el Proyecto Arroyos de Barranquilla de la IED Marco Fidel Suárez.
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Agosto 28 del 2014
Un fuerte aguacero cayó ayer sobre la capital de Atlántico, 1500 familias resultaron afectadas inundaciones y árboles caídos. El Cuerpo de Bomberos reportó 4 rescates de vehículos y 15 árboles derribados por las fuertes brisas, los cuales tuvieron que ser removidos por las máquinas del organismo por obstaculización de vías.
Un vendedor sufrió un infarto cuando un arroyo se llevó su carretilla llena de pescados. 1.500 familias resultan afectadas por inundaciones y árboles caídos. El agua arrastró cuatro vehículos.
Los incidentes de cuatro carros que quedaron atrapados en los arroyos fueron atendidos por Bomberos en inmediaciones de la calle 85 con 49C, en la carrera 84 con 53 y dos en la carrera 59 con 55.
Así mismo, la directora de la oficina de Prevención y Atención de Desastres del Distrito, Ana Saltarín, asegura que 1.500 familias resultaron afectadas como consecuencia del aguacero, en los barrios La Chinita, La Luz y El Bosque.
De acuerdo con el reporte del Sistema de Monitoreo Pluvial de la Universidad del Norte, la lluvia fue en la totalidad de la ciudad, con un promedio de 60 milímetros (mm) de agua, un máximo de 143 mm en la estación de medición Chiquinquirá y un mínimo de 16 mm en la estación Ciudadela.
El aguacero duró una hora y 18 minutos en promedio. Las lluvias más fuertes se registraron en las estaciones de Chiquinquirá, La Concepción y Riomar.
En esta ocasión llovió con mayor intensidad que el pasado sábado, cuando se presentaron precipitaciones de 39 mm en promedio, es decir, 21 milímetros menos que ayer.
Cristian Euscátegui, jefe de Pronósticos y Alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales –Ideam–, explicó que desde las primeras horas del día de ayer la entidad evidenció el paso de una onda tropical por la zona, lo que ocasionó la intensa lluvia. Según Euscátegui, la tendencia para este fin de semana es que continúen las precipitaciones en la mayor parte del departamento.
Nuevamente hubo interrupciones del servicio de energía eléctrica por causa de la lluvia. Según el reporte de Electricaribe, los circuitos en los que se presentaron afectaciones fueron Olaya, Silencio, Jardín, Delicias, Río, Oasis, Centro, Universal y Portal del Prado, entre otras.
Un vocero de la empresa asegura que, como consecuencia de las descargas atmosféricas, se accionan automáticamente las protecciones de las subestaciones, para que no se afecten los circuitos, lo que desencadena la interrupción del servicio.
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La Alcaldía avanza en obras para canalizar dos de los más peligrosos de la ciudad.
El verano que sofoca a los barranquilleros por estos días es el principal aliado para el desarrollo de una serie de obras de infraestructura contra los arroyos, que la ciudad lleva esperando durante décadas.