El sistema hidrológico del Distrito de Barranquilla hace parte de la cuenca baja del río Magdalena el cual recoge las aguas a través de caños como La Auyama, Arriba, Los Tramposos y Las Compañías; así como numerosos arroyos los cuales se encuentran en su gran mayoría en la parte urbana y son: Platanal, El Salado, Don Juan, Carreras 8,15 y 19, Rebolo, Hospital, La Paz, Bolívar, Carrera 51, Carrera 53, Felicidad, Carrera 65, Coltabaco, Carrera 58, Carrera 71, Country, Siape, Calle 92, Santo Domingo, Del Bosque y El Salado 2.

El Río Magdalena

El Río Magdalena, principal cuenca hidrográfica del país que bordea a la ciudad de Barranquilla en una longitud aproximada de 19.5 kilómetros, presenta pendientes de 0.39 a 0.40%. Así mismo su velocidad promedio está entre 0.4 y 2.2 mts/s Sus caudales (según registros en Calamar 1971 — 1993) presentan el siguiente comportamiento: octubre, noviembre y diciembre muestran los mayores niveles con 636; 718 y 695 cms. respectivamente mientras que los menores se dan en febrero y marzo con valores de 336 y 312 cms. respectivamente.

Las condiciones actuales del Río son precarias en lo que respecta al tramo "urbanizado", por cuanto los desechos sólidos de Soledad, Barranquilla y en general del país son vertidos directamente en su fuente, así como aquellas industrias ubicadas en su orilla que lo utilizan para su sistema productivo o medio de eliminación de desperdicios sin tratar. Por estas circunstancias, el tratamiento de las aguas del Magdalena para consumo doméstico implica costos significativos mientras no se disponga de plantas de tratamiento de residuos sólidos y tratamientos especiales de los vertimientos por parte de las industrias allí localizadas.

Según el DADIMA, el Distrito de Barranquilla está enmarcado en uno de los ecosistemas más importantes del Caribe colombiano: el delta del río Magdalena. Ésta contiene una multitud de grandes masas y pequeñas aguas costeras, extendidas a lado y lado de la desembocadura con una característica común: la de ser interfase entre las aguas continentales y las marinas, jugando un definitivo papel en la productividad de las regiones tropicales costeras al servir como refugio y criadero a innumerables especies marinas y propias de estos medios, que son explotadas económicamente por el hombre, como también son poseedoras de una gran variedad biológica que sustentan la red trófica de la vida tanto marina como terrestre costera. Dentro de dicho sistema se encuentran la Ciénaga de Mallorquín y el Parque Nacional Isla de Salamanca (Dpto. del Magdalena) principalmente.


Los arroyos Grande y León

Aparte de estas consideraciones incluidas en el estudio de Diagnóstico Ambiental del DADIMA, el área del Distrito presenta una importante vertiente hacia el occidente de la ciudad, cuyos principales cuerpos de agua están constituido por los arroyos Grande y León, presentando corrientes de aguas sólo en períodos lluviosos. El documento citado señala lo siguiente respecto del arroyo León:

El área de drenaje de su cuenca es de 247 kms², la longitud de la corriente principal desde la divisoria de aguas hasta su desembocadura es de 37 kms. Pertenece a la vertiente de la costa y limita con los Cerros de Barranquilla al este y el Cerro Pan de Azúcar al oeste, al norte con un cordón de Dunas y al sur con la terraza de Galapa. Sobre la naturaleza de este ecosistema y su sistema de drenaje asociado es importante que las autoridades ambientales inicien un análisis detallado de sus principales características estructurales (topográficas y de suelos), con el propósito de prever las acciones requeridas para su adecuación física futura, de tal forma que los elementos de expansión urbana no generen afectaciones que estimulen riesgos para la comunidad.

Ciénaga de Mallorquín

Otro de los ecosistemas destacados en el territorio distrital, señalado en el documento, está constituido por la Ciénaga de Mallorquín, estructura natural construida durante miles de millones de años que está permanentemente sometida a intervención, consciente o inconscientemente, por la ejecución de planes y proyectos de desarrollo regional que causan su degeneración, empobrecimiento y hasta su desaparición en el transcurso de muy pocos años.

En lo que respecta a las características ecológicas actuales de la Ciénaga señala: La Ciénaga de Mallorquín actualmente es un cuerpo de agua somera de 1200 Ha. aproximadamente, comunicada con el mar esporádicamente en períodos en que natural o artificialmente abren una o varias bocas sobre la barra que la separa del mar. H. Brasvelt la describe como "Lagunas Costeras al noroeste de Barranquilla" construidas por formaciones del terciario superior que junto con otras, como la de Puerto Colombia, son irregularidades cenagosas con barras divisorias formadas en diferentes etapas sucesivas.

Con la construcción del Tajamar Occidental en Bocas de Ceniza en 1925 - 1935 la ciénaga adquiere su actual configuración, ya que anteriormente era una ciénaga de tipo estuario-deltaico que reunía un sistema comprendido por las ciénagas de Cantagallo, Mallorquín, La Playa, Manatíes con varias bocas. Las obras de bocas de ceniza trajeron como consecuencia un retroceso de la línea de playa al oeste de tajamar occidental.

La profundidad de la Cienaga no supera el metro, la salinidad varía según se presente o no la apertura de la boca. En su condición serrada la salinidad supera los 75 ppmil, después de un largo período de evaporación. En condiciones abiertas varía de 16 a 35 ppmil, sufriendo una fuerte dilusión cuando se presentan las lluvias. Este cuerpo de agua está revestido de importante significado para sus pobladores y el Distrito en cuanto reserva ecológica y paisajística, siempre y cuando no se sigan arrojando desperdicios sólidos y líquidos, no recepción en lixiviados generados por el antiguo basurero, se evite la tala de manglares, así como rellenos para adecuar tierras para viviendas y se controlen las pretensiones de posesión por parte de particulares.

La estructura hidrológica descrita presenta problemas diferenciados generados a partir de la expansión de Barranquilla, constituyendo el principal de ellos su poca vinculación a la ciudad desde el punto de vista de los valores paisajísticos y como elemento de generación y articulación de espacios públicos para la ciudad, incluyendo las condiciones propias como recurso y reserva natural. En general presentan manifestaciones que incluyen: interrupción de los flujos de aguas y consecuente represamiento de las mismas (caños del mercado, Ciénaga de Mallorquín), sedimentación, ocupación de rondas para actividades urbanas, sitios destinados al vertimiento de residuos sólidos y líquidos, depósito de basuras, focos de contaminación, entre otros factores.

El sistema de caños

El sistema de caños en la zona central de la ciudad presenta severos procesos de deterioro ambiental motivados por años de abandono, tratamientos urbanos inadecuados, vertimientos de residuos sólidos, escasa recirculación del agua, entre otros. Al respecto, la Empresa de Desarrollo Urbano de Barranquilla – EDUBAR, viene haciendo esfuerzos importantes para su recuperación e integración al paisaje urbano del sector, esperando se culminen los proyectos que con tales fines se han formulado, restando las acciones necesarias para los tramos restantes adyacentes a la recién abierta calle 30.

El Río Magdalena constituye el recurso hídrico más importante de la ciudad, y el país, no sólo como medio de transporte sino como fuente y garantía de abastecimiento de agua para la ciudad. Los procesos de adecuación física realizados en su cauce para posibilitar la navegación hasta el puerto de Barranquilla han generado efectos sobre la ribera occidental del tramo urbanizado de Barranquilla, ocasionando la total aniquilación de la oferta natural del río y la ausencia de explotación como recurso pesquero en dicho sector, en la constitución de su cauce como depósito de residuos sólidos y líquidos tanto de los sectores residenciales como de los industriales y en fuente de conflictos asociados con los baldíos surgidos como consecuencia de la expansión de la sedimentación depositada en la orilla. Adicionalmente, no existe un sentido de pertenencia de este recurso en la ciudadanía como elemento urbanístico inherente al paisaje de la ciudad, proceso que requerirá de un acercamiento progresivo mediante “aperturas” puntuales que faciliten dicho encuentro.

El sistema hidrográfico del occidente de la ciudad presenta dos componentes: el correspondiente al sector suroccidental, severamente afectado por la ocupación indiscriminada del territorio por numerosos pobladores que conformaron barrios originados por procesos de invasión y el correspondiente a la zona rural del Distrito, el cual debe ser objeto de un cuidadoso tratamiento en la escala metropolitana pues varios de los arroyos allí ubicados presentan coberturas supramunicipales, como en el caso del Arroyo Grande, cuyo curso atraviesa los municipios de Galapa, el Distrito de Barranquilla y Puerto Colombia.

Fuente: Plan de Ordenamiento Territorial de Barranquilla, Año 2000.