La razón es que la rotación de la tierra establece una fuerza aparente (llamada fuerza de Coriolis) que empuja los vientos hacia la derecha en el hemisferio norte (y hacia la izquierda en el hemisferio sur). Así que cuando una presión baja comienza a formarse en el norte del ecuador, los vientos de superficie fluirán hacia el interior tratando de llenar la presión baja y estos serán desviados hacia la derecha, iniciándose así una rotación opuesta a las manecillas del reloj. Lo opuesto (una desvío hacia la izquierda y una rotación a la derecha) ocurrirá en el sur del ecuador.

Esta fuerza es demasiado pequeña para efectuar una rotación en, por ejemplo, el agua que baja en los desaguaderos de fregaderos y lavabos. La rotación en estos será determinada por la geometría del contenedor y el movimiento original del agua. De esta manera, uno puede encontrar desaguaderos cuyas aguas fluyen tanto a la derecha y como opuesto a las manecillas del reloj sin importar el hemisferio en este usted localizado. Si usted no cree esto, pruébelo usted mismo.