El cuerpo de la pequeña Salomé Ramos García, de 5 años, fue hallado en la tarde de este martes por los organismos de socorro. La niña fue encontrada en cercanías de Cabica, en inmediaciones del mercado de Soledad, en una brazo del caño de Soledad que conduce al río Magdalena.
Las autoridades informaron que el cuerpo fue encontrado por el mercado de Soledad a la altura del sector de 12 de octubre. Miembros del Cuerpo de Bomberos de Soledad hallaron la tarde de este martes el cuerpo sin vida de la menor que fue arrastrada por el arroyo El Salao, la tarde del domingo. La madre de la pequeña, Madeleyn Ramos García, aún se encuentra desaparecida. El subcomandante Blas Araújo Camacho, jefe operativo del Cuerpo de Bomberos de Soledad, confirmo que el hallazgo se realizó en inmediaciones del mercado de Soledad. El hallazgo se dio en aguas del arroyo El Platanal, cerca a la isla Cabica.
Barranquilla|Mayo 5 del 2018
Por: Arroyos de Barranquilla
Recopilación de vídeos del aguacero del 5 de Mayo del 2017.
Barranquilla|Mayo 5 del 2018
Fuente: Vídeo Zona Cero
Se siguen conociendo videos del torrencial aguacero que azotó el pasado sábado a Barranquilla y Soledad. Un video aficionado grabó el momento exacto cuando el arroyo El Platanal se desbordó e inundó varias viviendas del barrio Juan Domínguez Romero, en Soledad.
Un menor de edad fue arrastrado por el arroyo Don Juan en el sector de la calle 12 sur con 46 del Estadio Metropolitano de Barranquilla, tras las fuertes lluvias que cayeron el pasado Sábado 5 de Mayo. La comunidad intentó rescatarlo pero no lograron alcanzarlo. Autoridades y organismos de socorro continúan con la búsqueda del adolescente.
Barranquilla|Mayo 12 del 2017
Por: Youtube.com
Los trabajadores de la construcción que se está realizando sobre la calle 86 con 47 arriesgaron sus vidas para salvar a esta familia entre la que se encontraba un menor de edad.
A partir del 7 de Diciembre, la alcaldía distrital inicia a la reconstrucción vial y canalización del arroyo Felicidad con la intervención del tramo comprendido desde la calle 63B con carrera 41 hasta la calle 48 con carrera 54, incluido el afluente de la calle 52 con carrera 38. Con esta obra, la Alcaldía Distrital le pondrá fin a la difícil situación generada durante varias décadas por uno de los arroyos más caudalosos y peligrosos de Barranquilla
Con la construcción de un nuevo puente en la intersección de la Calle 30, donde conecta con el arroyo de Rebolo, se iniciaron los trabajos de canalización del arroyo de la carrera 21, uno de los más peligrosos de Barranquilla y que ha cobrado la vida de por lo menos 31 personas.
“Hoy es un día donde Barranquilla demuestra al mundo que sí puede resolver sus obras estructurales como son estas de los arroyos, donde hemos perdido tantas vidas. Quiero hacer un homenaje a todas esas personas que perdieron las vidas y han fallecido a causa de los arroyos, por eso nuestro acto de hoy”, apuntó el alcalde.
La reapertura de la calle 84 se dio luego de 26 meses de intervención para canalizar el arroyo que pasa por esta vía con un homenaje a las personas fallecidas a causa del arroyo.
La Secretaría de Infraestructura del Distrito anunció que pronto entregarán la licitación de los arroyos de La Felicidad y de la carrera 21 que serán los primeros en ser canalizados en esta primera fase.
Esta primera fase tendrá un costo 245 mil millones de pesos. Estos arroyos pertenecen a los 7 trabajos de canalización que se realizarán en el gobierno Char por un monto de 662 mil millones.
Angustiosos momentos vivieron los pasajeros de un bus de Sobusa, el pasado sábado 30 de abril, cuando el imprudente conductor del vehículo de transporte público intentó cruzar el caudal sin medir el peligro.
En la Vía 40, cuatro horas después, a las 11:30 p. m, del pasado lunes, fue encontrado un vehículo Chevrolet gris que fue arrastrado por el arroyo de la calle 76, entre carreras 52 y 53, tras el aguacero que azotó a Barranquilla a las 5:45 p. m., cuando la mayoría de conductores comenzaban a desplazarse hacia sus lugares de residencia, tras la jornada laboral.
Pese a los intentos por no dejar que el automotor quedara a merced de las feroces aguas, la corriente pudo más y se lo llevó durante varias calles cuesta abajo dejándolo destruido en casi su totalidad.
Las obras están en su tercera y última fase. Unos 100 mil millones de pesos invierte en estos momentos el Distrito en la canalización de tres de los más temibles y caudalosos arroyos de Barranquilla, con la que busca demostrar que los barranquilleros pueden vivir sin las peligrosas corrientes. La inversión para el arroyo de la calle 84 es de 66.000 millones de pesos, con recursos de Valorización.
Avanzan los trabajos de canalización del arroyo La María, corriente pluvial que hace parte del arroyo Felicidad, el cual que drena las aguas lluvias de una zona altamente impermeable que incluye sectores de los barrios San Felipe, Los Andes, Recreo y Boston.
* Helkin Alberto Núñez Cabarcas
Funcionario Archivo Histórico del Atlántico
Desde los inicios de esta urbe como asentamiento urbano, y una vez desarrollada su topografía en forma primitiva por estos caudales, se definieron las principales avenidas pluviales. Su acelerado desarrollo como puerto marítimo y fluvial la hacen más dinámica urbanísticamente, pero los grandes períodos de lluvias la obligaban a estar incomunicada sectorialmente. El problema se agudiza cuando el proceso de pavimentación de las calles se convierte en un desencadenante de la alta velocidad de sus corrientes hasta convertirse hoy en día en un fenómeno prácticamente incontrolable.
Muchos de estos arroyos peligrosos provenían de la parte alta del viejo camino de Soledad, los cuales bajaban en su curso natural hasta las inmediaciones de la parte baja de las Barrancas de San Nicolás, concretamente en la Plaza de la Tenería, en terrenos conocidos hoy con el nombre de La Loma, formados precisamente por el arrastre continuo durante años de arena, escombros y basuras, lo que originó la morfología irregular en como está distribuida la ciudad en su sector histórico. La ciudad con sus calles y carreras sin pavimentar no visionaba el peligro urbano de estas corrientes pluviales ya que las condiciones naturales de su suelo arenoso facilitaban en principio la alta capacidad de filtración de estas corrientes en épocas de lluvias intensas. Solo que las arenas sueltas de sus calles, razón por la cual se ganó el nombre de la Arenosa, complicaban su precaria movilidad de entonces debido a las grandes nubes de polvo que la brisa barranquillera levantaba en las calles y por los extensos arenales que hacían que aquellos primeros automóviles marca Reo de entonces quedaran atascados en cualquier parte.
Para 1920 la preocupación por controlar este tipo de procesos en las diferentes épocas llevó al Concejo Municipal, por intermedio de la Junta de Fomento, contratar una empresa extranjera para que hiciera los respectivos estudios referentes a los desagües, nivelación y pavimentación de sus principales avenidas. Es la firma R.W. Herbard y Co., establecida en Nueva York, la encargada de dar las primeras recomendaciones para el control de las aguas lluvias y pavimentación de vías, que además incorporó a dicho estudio la instalación de colectores de alcantarillado pluvial. Para la década de los 60 se establece un Plan Regulador que contemplaba la canalización de algunos arroyos. La firma Greeley and Hansen, de Chicago, ayuda a solucionar el sistema de acueducto y alcantarillado. Se canalizan los arroyos de Rebolo y Felicidad, bajo la coordinación del Ministerio de Obras Públicas, y le siguen varios arroyos más en forma gradual tales como La Paz, Bolívar, y el del Hospital. En fin, la pavimentación aceleró el caos urbano de la ciudad.
En 1983, la Sociedad Colombiana de Arquitectos, concretamente los ingenieros Arzuza presentaron ante el Concejo Municipal un proyecto para los arroyos de la ciudad mediante el sistema llamado de “canales invertidos de concreto estructural prefabricado”, cuyo financiamiento valía 4.000 millones de pesos, los cuales, según el plan de recaudo, pagaría el barranquillero por contribución obligatoria del servicio de agua a una tasa porcentual del uno por mil.
Expertos japoneses visitan la ciudad en 1987 y entregan el proyecto más completo que se haya realizado al respecto, basado en un completo estudio de drenaje urbano; fue así como la Agencia de Cooperación Internacional de la Misión Japonesa, Jica, presentó dos planes a consideración del Municipio, incorporando al área metropolitana: un Plan Maestro de Transporte y un Estudio de Factibilidad para el Distrito de Barranquilla. Este comprendía la solución al problema del alcantarillado pluvial, al igual que unas recomendaciones para instalación de cunetas, canalización de vías (box culverts), mejoramiento en los puntos críticos entre calles (17, 45, 47, 84) y carreras (21, 38, 46, 51B, 54).
Los estudio de Fonade-Hidroestudios y Concep Ltda, en 1997, entregaban a la ciudad una propuesta de prevención futura que dejaba como resultados un problema de estructura urbana mal planificada y con un saneamiento de arroyos sin apoyo financiero. Hoy por hoy, en medio de sus sofisticados proyectos de inversión, de competitividad globalizada, de crecimiento urbano, etc., esta ciudad sigue enfrentada sin soluciones a serios problemas urbanos y humanos que desencadena el fenómeno de sus arroyos callejeros en épocas de lluvia, con casos como los del Don Juan, Rebolo, El Salao, Felicidad y otros que siguen arrastrando con sus fuertes caudales la gran masa de sedimento urbano que encuentra en sus grandes recorridos naturales.
El proceso natural de lluvias permanentes, la posición topográfica y geomorfológica de Curramba ante una realidad latente como no tener un alcantarillado pluvial, empujado al acelerado desarrollo urbanístico sin planificación, ponen de manifiesto que la magnitud de los daños futuros a su infraestructura física, redes de servicios, actividad comercial e industrial, accidentes y daños ambientales seguirán siendo vigentes ante los embates de la naturaleza…
Fuente: Latitud
Con presencia de la comunidad, la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, formalizó el inicio de obra de la canalización del arroyo La Pradera-El Salao II, desde la calle 121A con carrera 22 hacia la desembocadura en el arroyo León.
Tomado de: Diario El Tiempo
Una nueva herramienta tecnológica que les permitirá a los barranquilleros conocer en tiempo real, en qué lugares e intensidad está lloviendo en la ciudad, entregará en los próximos días el Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales de la Universidad del Norte.